Otro fugaz sujeto: yo
- David Gómez Cejudo
- Este sujeto al que ahora observo y reconozco en mi mismo, nació en 1978, en una ciudad de provincias de nombre Puertollano, al sur de Ciudad Real, España. Nació a los siete meses de gestación, algo precipitado, como otro espécimen humano más de entre los cuatro mil y cinco mil millones que en ese instante ya existían en la tierra. Inmediatamente después de su nacimiento, miles de seres como él hicieron lo mismo y otros tantos, dejaron de ser hijos de Eros para estrechar la mano de Tánatos. El nombre que decidieron para él fue David, nombre común de la tradición judío-cristiana cuyo significado es 'amado', como la mayoría de los productos del instinto de supervivencia de su especie. Necesario para la perpetuidad de ésta, como todos, se dispuso a emprender su cometido a trompicones: ir contra-natura y no dejar más rastro que el ego. De ese instante hasta el momento no hay mucho que reseñar. Lo que trascienda puede que se lea, o no, en esta página. Lo que no, marchará de esta tierra y ser nada acompañada de gusanos.
martes, 27 de enero de 2009
A Silvia Cano Juan
Es de bronce,
muñeca metálica que baila
al compás de los focos
disuelve y corre tras la música
un juego purpúreo y verdoso:
siempre gana y hay silencio,
todo más allá del horizonte quema.
Es de bronce y bajo a tierra,
sobre techumbres desprendidas ella mira
y lo comprende todo
y la habitación se engrandece
y sus ojos corren, me pisotean.
Nunca unos tacones fueron tan bonitos.
lunes, 19 de enero de 2009
SOL
viernes, 9 de enero de 2009
Ejecutor
Le vi correr sobre el asfalto,
le vi llorar dando zancadas
mirando atrás,
ya no miré,
no vi caer ni vi sangrar.
Me vi empuñando el arma de los perseguidores
fijando las pestañas
en tiernos corazones que reventar con una idea,
que maldecir con una bala,
sin marcha atrás,
no me miréis como a un despojo,
yo sólo soy
ejecutor,
un animal,
un decir sí sin preguntar
y nada más,
sólo apretar por mi país,
mi lengua, mi religión
y qué soy yo,
sólo fusil y nada más.
Me vi correr sobre el asfalto,
me vi llorar dando zancadas,
mirando atrás
ya nada vi
me desangré, dejé de ser.
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