
Le vi correr sobre el asfalto,
le vi llorar dando zancadas
mirando atrás,
ya no miré,
no vi caer ni vi sangrar.
Me vi empuñando el arma de los perseguidores
fijando las pestañas
en tiernos corazones que reventar con una idea,
que maldecir con una bala,
sin marcha atrás,
no me miréis como a un despojo

yo sólo soy
ejecutor,
un animal,
un decir sí sin preguntar
y nada más,
sólo apretar por mi país,
mi lengua, mi religión
y qué soy yo,
sólo fusil y nada más.
Me vi correr sobre el asfalto,
me vi llorar dando zancadas,
mirando atrás

ya nada vi
me desangré, dejé de ser.
la inercia de la guerra, que hace que chavales con una instruccion se vuelvan criminales
ResponderEliminar