A Óscar Gómez Cejudo, mi hermano.
Volviste para dejar
lo que eres
a aquel lugar donde juegos infantiles
hacían las veces de sonrisas ausentes
y chillidos de niño,
donde habitaciones oscuras
cubiertas de telarañas de casas de olvido
eran parajes dementes
junto algún gato muerto
sobre tesoros escondidos.
Los días de antes,
los que marcharon con la resaca de etílicas mañanas,
no están ya, se han ido,
pasaron a pies juntillas su tempo intermitente
Y sólo son....
...silencio
a aquel lugar donde juegos infantiles
hacían las veces de sonrisas ausentes
y chillidos de niño,
donde habitaciones oscuras
cubiertas de telarañas de casas de olvido
eran parajes dementes
junto algún gato muerto
sobre tesoros escondidos.
Los días de antes,
los que marcharon con la resaca de etílicas mañanas,
no están ya, se han ido,
pasaron a pies juntillas su tempo intermitente
Y sólo son....
...silencio
en el que la mente se acompasa y amuerma
repudiando reminiscencias ahora claras, ahora oscuras,
ahora huelen a taberna y borracho,
repudiando reminiscencias ahora claras, ahora oscuras,
ahora huelen a taberna y borracho,
ahora a salitre,
ahora a marihuana,
ahora no hueles nada,
tal vez sexo y hormonas,
lascivia y mamadas.
ahora a marihuana,
ahora no hueles nada,
tal vez sexo y hormonas,
lascivia y mamadas.
Adiós amigos,
adiós familia
adiós a las calles eternas
y al adiós de las farolas,
por fin adiós puño del alba.
Despídete de itinerarios marcados de norte
y parafina,
despídete de las risas esquizoides
de la tarde cualquiera.
Adiós amigos
adiós familia
adiós a las calles eternas
cubiertas de rebeldía.
Volviste a donde eras para olvidar lo que eres,
fuiste allí,
adiós familia
adiós a las calles eternas
y al adiós de las farolas,
por fin adiós puño del alba.
Despídete de itinerarios marcados de norte
y parafina,
despídete de las risas esquizoides
de la tarde cualquiera.
Adiós amigos
adiós familia
adiós a las calles eternas
cubiertas de rebeldía.
Volviste a donde eras para olvidar lo que eres,
fuiste allí,
al ‘cuando’ en el que la infancia
sucumbió en madurez temprana odiando dioses,
odiando estúpidas vacuas almas,
fuiste a aquel lugar en que la muerte canta ausencia
humedeciendo de llantos la nada.
sucumbió en madurez temprana odiando dioses,
odiando estúpidas vacuas almas,
fuiste a aquel lugar en que la muerte canta ausencia
humedeciendo de llantos la nada.
Me encanta David, un abrazo!
ResponderEliminarPablo Peralta
Gracias Pablo, cuanto tiempo. Un abrazo para ti también
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