Sabes que intento retenerte en cada instante,
hacerte mía eternamente,
por mucho que quieras empeñarte por vacío,
como este hoy,
como será el hoy de mañana,
como el de entonces.
Vienes e insinúas el olvido
con ese gesto tuyo de saberlo todo hecho,
de que aquí, en este trago,
en este ahora,
en este pestañeo intermitente
o en el ritmo de mis dedos
no hay misterio, es inercia,
no merece ni tan solo la conciencia de su estado
Y así,
en este hoy,
como será el hoy de mañana,
como el de entonces
traes en ti toda presencia
y arrebatas los sonidos de otro tiempo estrangulados
o la imagen de mi padre o los juegos con mi hermano
y los disuelves, ya son nada,
el negro fondo de una jarra.
el negro fondo de una jarra.
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