Hola,
¿qué tal?
¿no me recuerdas?
-ya no sé cómo te llamas-
Tarde de domingo y sus olores,
sonidos estridentes de avenidas
son pagar la entrada del cine
o tú me invitas.
Quiero saber esos nombres,
como el tuyo,
que una vez besaron mi boca
y ya no están,
son sólo instante pasado de este cuerpo mío
que marchita sus segundos en vacíos
de memoria que son nada y son todo
al mismo tiempo.
Quiero reconocer en mi el olvido
de rostros inquietantes que me amaron
un momento, que quise yo en ese instante,
mordiendo mis labios,
olvidando mi saliva,
prendiéndose en lamentos de física querencia.
¿Eres tú Marta, Sonia, Yolanda, Cristina?
¿Quién fue Helena intempestiva?.
Hola,
¿qué tal?
¿no me recuerdas?
-ya no sé cómo te llamas-
Tarde de domingo y sus olores,
sonidos estridentes de avenidas
son pagar la entrada del cine
o tú me invitas.